OLYMPUS DIGITAL CAMERA

(…) El pequeño, pero cómdo y siempre agradable loft que solía alquilar, ubicado en el último piso del número quince de la céntrica Via del Corso, para aquellas tres noches en las que pensaba pernoctar en Florencia, albergaba unas vistas privilegiadas. Como si pudiera alcanzarla, se erigía ante mí, con toda la majestuosidad y esplendorosidad que uno puede llegar a imaginar: la catedral de Santa María del Fiore, símbolo de riqueza y de poder de la ciudad capital de la región de la Toscana durante los siglos XIII y XIV, y declarada Patrimonio de la Humanidad a principios de los ochenta. Por la mañana, me desplazaría a Roma. Había adquirido los billetes para el tren Italo con salida prevista de Santa María Novella a las nueve y tres minutos de la mañana. Era de esperar que, una hora y media más tarde, ya pisaría suelo romano en Roma Termini (…)