BLOG Codex Vaticanvs Museu Galileu (3)

(…) Las calles, casi que ya habían quedado desérticas del todo, y decir eso de Florencia, pues ya era decir mucho. La ciudad, dotada con un depliegue artístico y cultural inconmensurable; eminentemente turística, por tanto, constituía un desafío maravilloso en todos los sentidos. Florencia, acostumbrada siempre al bullicio y a riadas de gente a todas horas, merecía poder disponer, ni que fuera, de unas bien merecidas, aunque menos de las que debía precisar, horas de descanso. Aquellos dos músicos callejeros: los últimos valientes que quedaban ya a aquellas horas, y que habían desafiado la incesante llovizna y que, entretenido, me había quedado a escucharles a mi salida del museo Galileo, ya se disponían a guardar todos sus bártulos y comenzaban a caminar, con sus instrumentos colgados en su espalda, en dirección al Puente Vecchio, hacia la otra parte de la ciudad, al otro lado del río Arno (…)